La jerarquía militar estaba encabezada por el emperador, seguido del Shogun, los nobles (propietarios de tierras, y que recibían el nombre de daimyos), y finalmente los samuráis, que a su vez se dividían en distintas categorías. Por debajo de los samuráis, se encontraban los campesinos, encargados de trabajar las tierras de los nobles.
Estas clases guerreras (bushi), tuvieron su nacimiento en el Norte de Japón, donde los daimyos luchaban por evitar el ataque y la invasión de sus tierras por los ainus (los aborígenes japoneses). Los nobles aumentaban su poder, gracias a las tierras que iban ganando en las batallas, lo que les permitió con el tiempo organizarse en clanes. Los samuráis eran los protectores de estos nobles, y del Shogun. A éste último le debían lealtad y honor, al igual que a su señor (al noble que protegían).
EL CULTO POR LA ESPADA
Si habéis leído la evolución histórica de Japón, habréis notado que a medida que estos clanes se organizaban, se creaban tensiones y guerras entre ellos, los más poderosos eran los Minamoto y los Taira, y con el paso del tiempo debían encontrar armas más poderosas para su defensa. Poco a poco, el uso del arco y flecha, se fue dejando de lado, dándole paso a la espada, y comenzando así un culto por ella o lo que se conoce como la Edad de la Espada.
Los samuráis tenían casas de madera, cuyos techos estaban cubiertos de paja. El tamaño variaba en función de su rango como samurai, y de la riqueza con la que contara. Las paredes interiores, consistían en paneles móviles, lo que permitía cambiar los espacios fácilmente de tamaño. Las paredes exteriores, generalmente eran de bambú y recubiertas de yeso. El suelo era de madera, con un colchón de aire bajo de él, y cubiertos de tatami.
Un samurai debía estar siempre preparado para el combate, por lo que su estómago no podía estar muy pesado. Su alimentación se basaba en arroz, pescado y algas, y cuando combatían sólo comían dos veces al día. Solían tener días de ayuno, para la practica de los katas (movimientos de combate), o cuando necesitaban meditar. Y es conocido, que la bebida predilecta de los samuráis, a parte del té, era el sake.
En relación a los movimientos de combate, éstos estaban designados a mejorar y perfeccionar la destreza en el combate del guerrero. Constantemente, practicaban una serie de movimientos, centrados en el ataque, defensa, y contraataque. Cada grupo de movimientos, llevan un nombre descriptivo: “corte en cuatro”, “golpe del trueno”, “golpe de dragón”, etc. Las katas son utilizadas aún en día, en todas las artes marciales. Estos movimientos, permitían la unión del espíritu con el cuerpo y la mente, así como la unión del tiempo y el espacio, desarrollar su agilidad, destreza, reacción, flexibilidad, reflejos, concentración, y respiración.
LA UNIÓN CON LO DIVINO: RELIGIÓN Y BUSHIDO
* Sinceridad (Makoto): La palabra del samurai es movimiento, cuando dice que hará algo, es como si ya lo hubiese ejecutado, y nada lo detendrá en llevar a cabo lo que ha dicho. No "da su palabra." ni "promete." Hablar y Hacer son la misma acción.
* Lealtad (Chugo): Un samurai es responsable de sus palabras y actos, así como de las consecuencias que deriven de sus acciones o palabras.
Al principio, realmente se basaba en el código chino que se fundamentaba en las virtudes del guerrero, y que recibía el nombre de Kyuba no Michi (La vía del caballo y del arco), dando paso más tarde al Bushido. El samurai pasaba toda su vida preparándose para la guerra y el combate, por lo que no tenía miedo a la muerte, o al menos era uno de los fines que buscaba el Bushido.
LA VIA HACIA EL SAMURAI
VESTIMENTA DEL SAMURAI
La armadura estaba destinada a la protección del samurai, pero no por ello debía de restarle agilidad en el movimiento o fuerza en el ataque. Su investidura debía permitirle incluso nadar con ella, y escalar altos muros o colinas, sin que fuese un lastre para el samurai.
El colocarse una armadura, al igual que para una geisha ponerse un kimono, era un trabajo que se tomaba su tiempo. Primero se colocaban la ropa interior, y un kimono muy delgado de seda, posteriormente unos leotardos de algodón, calcetines de cuero, unos pantalones cortos de tela estampada, usaban protectores en la antepierna con armaduras, y calzaban botas de piel. Seguidamente se colocaban las mangas de la armadura, que llevaban un protector en la parte de la axila, y luego colocaban el peto, el cual llevaba incorporado un faldón, luego se colocaba un obi donde llevaría sus espadas colgadas a la cintura, y finalmente se colocaba las grandes hombreras donde se introducía el asta con el estandarte del clan, llamado sashimono.
Los samuráis iban provistos de todas sus herramientas para el combate, arco, flechas, espadas, cuerdas, y un saco para llevar las cabezas decapitadas de sus enemigos.
ARMAS DE COMBATE
Las armas por predilección del samurai eran las espadas, la katana y el wakizashi, sin embargo el samurai contaba con otras espadas y cuchillos que utilizaba en el combate. El nodachi, la cual es una espada mucho más larga que la katana, y que solían llevarla en la espalda, y los aikuchi que son cuchillos de distintos tamaños.
SEPPUKU
El seppuku, más conocido en Occidente como Harakiri (*) (hara= vientre, kiri=cortar), era un suicidio ritual llevado a cabo por los samuráis, y que se regía por el código del guerrero (Bushido). Existían distintos tipos de seppuku o recibían distintos tipos de nombres, dependiendo del motivo que originase a la acción de éste.
Así pues, si el suicidio era expiatorio, para limpiar su honor por un error grave o acto injusto, recibía el nombre de Sokotsushi.
Por acto de deshonra o incumplimiento de las órdenes asignadas, el samurai era sometido a un tribunal militar, donde el Shogun daba la sentencia final, la cual generalmente era la muerte. Este suicidio forzado recibía el nombre de Tsumebara.
Otros tipos de Seppuku eran los siguientes:
* Kanshi: El realizado como protesta, por una injusticia cometida por un cargo superior, dentro de la jerarquía militar.
* Munenbara o Funshi: Un samurai no podía albergar sentimientos “oscuros” que lo atormentaran constantemente, como por ejemplo el odio y el resentimiento. Este suicidio se originaba por la mortificación del samurai ante éstos, y era una forma de purificar su espíritu.
* Junshi u Oibara: Al morir el seño del samurai, éste quedaba sin dueño y a quien proteger, por lo que la función del samurai quedaba sin sentido. Esta perdida, a parte de dolorosa, se presentaba a veces como una obligación moral para el samurai, es decir acompañar a su señor incluso hasta en la muerte.
* Chugibara o chugihara: Era el suicidio destinado a probar la lealtad del samurai por su señor.
Dentro de la cultura japonesa, todo sigue un ritual o ceremonia, y el seppuku no era menos. El samurai que decidía poner fin a su vida, por alguno de los motivos ante expuestos, se preparaba espiritualmente para ello.
El seppuku por voluntad, ocurría en el salón de la casa del samurai. Se bañaba para purificar y limpiar su cuerpo, ayunaba, y se vestía con un kimono blanco (símbolo de pureza). Seguidamente, se sentaba en posición seiza (sentado encima se sus talones), realizaba sus plegarias y debía escribir un poema de despedida (zeppitsu
El seppuku forzado, es decir por mandato del Shogun como pena de muerte, no variaba en cuanto al ritual en sí, pero el mismo se debía cumplir dentro de un plazo de días determinado. La mayoría de estos seppukus se denominaban Kaizoebara, ya que estaban asistidos con la presencia de un Kaishakunin. La función de éste era la de decapitar a la victima, si era incapaz de llevar el seppuku por él mismo. De todos modos, aunque la victima cumpliera con el seppuku igualmente era decapitada, y la cabeza junto con la espada ensangrentada eran llevadas a la presencia del Shogun, como constancia de que se había cumplido su decreto.
Las esposas de los samuráis, les seguían en su muerte, pero la práctica recibía otro nombre distinto al del seppuku. El ritual era llamado jigai, que en vez de cortarse el vientre, consistía en cortarse el cuello seccionando la carótida con un Kaiken, una especie de pequeña daga de doble filo.
El porqué un samurai cortaba su vientre, y no fuera otra parte del cuerpo, era porque en la antigüedad se creía que el alma (kami) se albergaba en esa zona, y que corresponde al segundo chakra denominado esplénico, de donde parte toda la energía.
Los samuráis a pesar de ser guerreros, apreciaban los momentos de tranquilidad, diversión, y del disfrute de las artes. Los de mayor rango, leía libros extranjeros de estrategias, cultivaban la poesía, la caligrafía (Shôdo), arreglo florales (ikebana), o la practica de algún instrumento. Todas ellas requerían de paz interior y exterior, y de una alta concentración para encontrar la armonía. Eran amantes de la ceremonia té, y del hanami (contemplación de los cerezos en flor), así como del teatro: Noh, y Bunraku, y de la compañía de las geishas y maikos. Todas sus actividades estaban cargadas de simplicidad y de mucha elegancia. Gracias al cultivo de estas artes por parte de los samuráis, las mismas han sido heredadas de generación en generación, y ha sido el mejor legado que han dejado los samuráis en nuestro tiempo.
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